viernes, 5 de mayo de 2017

KAREN YULIETH GUALDRON 8-2 PAIS DE CUENTOS

ELISA Y SU IMAGINACIÓN
En una pequeña granja, vivía una niña llamada Elisa. El día de su cumpleaños, su madre decidió darle como regalo, el dinero que sacara por la venta de la leche en el mercado.
Feliz por la noticia y sobre todo por la gran cantidad de leche, que hoy habían producido sus vacas, cogió su cántaro y se marchó camino del mercado.
El camino, comenzó a imaginar, todas las cosas que podría hacer con el dinero que iba a ganar. Primero compraría huevos, de los que tendría pollitos, que pasado un tiempo, se convertirían en gallinas, a las que llevaría a vender al mercado.
Con los beneficios, compraría un cerdo, al que engordaría mucho y vendería por un buen precio, con el que tener una vaca, que producirá mucha leche, con la que tendría todo aquello que deseara.
Tan absorta estaba en sus pensamientos, que no pudo ver un pequeño agujero del camino, en el que su pie quedó atrapado, tirando sin querer su preciado cántaro al suelo, rompiéndose en mil pedazos, quedándose sin leche y sin sus sueños.
Cuando llegó a casa y le contó a su madre lo ocurrido, y con tranquilizadoras palabras, la animó a esforzarse y ser más cuidadosa en el trabajo.
MARÍA Y EL OSITO PILOTO
María era un osito de trapo que vivía dentro de una caja con otros juguetes. 
A María  le gustaba mucho volar en aviones de papel.
-vamos a dar un paseo –dijo María al soldadito de plomo Andrés y a la muñeca Luisa.
-¡bien! -gritaron los dos juguetes mientras subían al avión.
Volaron por encima de los muebles de la habitación y cuando estaban a punto de aterrizar, un remolino de viento entró por la ventana y el avión fue empujando velozmente hacia el exterior.
-¿ahora qué hacemos María? -preguntaron el soldadito de plomo y la muñeca preocupados.
-primero volaremos un rato y luego buscaremos una corriente de aire que vaya en dirección a la habitación -contestó María,  dirigiendo el avión hacia el campanario de la iglesia.
-¡allí están las pajaritas de papel que hicieron los niños la semana pasada! -dijo Andrés, señalando hacia el tejado.
-¡holaaaa! -gritaron los juguetes.
-¡holaaa! -contestaron las pajaritas.
-¡veo los trompos de nuestra caja; allí, junto a la rayuela que hay dibujada en el suelo! -dijo Luisa.-¡vamos a saludarlos! -dijo María, conduciendo el avión hasta casi tocar el suelo. En aquel instante, los trompos realizaban una pirueta en el aire, y los juguetes casi consiguieron tocarlos.
-¡adiós! -gritaron María, Luisa y Andrés.
-¡adiós! -contestaron los trompos
María  era muy buen piloto, y el avión de papel volvió a ascender con suavidad.
-¡ahora podremos volver! -dijo María, colocándose bien las gafas de aviador.
Todos se agarraron fuertemente mientras eran empujados por un nuevo remolino de viento hasta dentro de la habitación.
Y llegaron a su destino gracias a la gran pilota María.

UNA HISTORIA DE DOS MEJORES AMIGAS 
Érase una vez dos mejores amigas llamadas María y Elisa, eran muy unidas, andaban juntas, viajaban las dos, compraban cosas, cuando Elisa estaba muy mal María la ayudaba a que sonriera y se sintiera bien, Iván a fiestas, salían con sus otras amigas, se contaban sus secretos, cuando María cumplió años Elisa le hozo una fiesta sorpresa, y  también cuando Elisa cumplió años María le organizo algo en su cuarto decorado de fotos y globos muy lindo  que las dos jamás olvidaran, María y Elisa están en el mismo colegio y grado.

Ellas salieron de vacaciones y fueron donde sus madres y nonas en santa marta a conocer las playas. Después de tanto viaje María y Elisa llegaron al aeropuerto y cogiere un taxi para que las llevara a la casa. Después de que ellas organizaron todo fueron a la playa  y hay vieron a un chico muy lindo, María y Elisa se acercaron a hablarle y el chico se llamaba Carlos era un chico muy lindo, ellas hicieron una apuesta, para ver quien se quedaba con él y a lo que fueran novios la otra amiga dejaban a Carlos quieto y fueran amigos. Un día después María y Elisa comenzaron con la apuesta María fue a ver a Carlos jugar baloncesto le llevo agua para que el tomara después del entrenamiento, en la noche había una fiesta y Carlos invito a Elisa a la fiesta y ella dijo que si entonces ellos se fueron a alistar, luego ellos llegaron a la fiesta y Carlos le dijo a Elisa que estaba muy linda y que si quería ser la novia y ella dijo que si, luego se besaron. Al otro día Carlos le dijo a María que fuera a la casa de él y ella dijo que si, en la tarde María llego a la casa de Carlos y en ese momento Carlos le dijo a María que fueran novios y ella dijo que sí. Por la noche María le dijo a Elisa que ella y el eran novios y Elisa le dijo que ella también era novio de él y empezaron a pelear, Elisa le pego a María por la cara dejándole el ojo morado y María se desquito con Elisa rompiéndole la boca de un puño, la mama de Elisa y María y las nonas escucharon que estaban peleando, subieron de inmediato haber, y la mama de María que se llamaba Sofía se llevó a su hija a la casa toda brava. Al otro día la mama de Elisa llamaba Cecilia le borro el trabajo a Sofía y Sofía se dio cuenta y también le borro el trabajo a Cecilia por venganza y el dueño de la empresa les pidió el trabajo y las dos empezaron a discutir y el señor todo bravo les dijo que arreglaran esos problemas en la casa, y les pidió que volvieran hacer el trabajo.

 Al otro día la nona de Elisa llamada gloria y la de María llamada luisa vieron al chico Carlos por lo que María y Elisa peleaban todos los días, le tomaron una foto besándose con otra chica, luisa y gloria le mostraron la foto a sus hijas e nietas y las dos vieron que el nada más las quería por des parche y se disculparon y todo eso hay, ellas fuero hablar con el chico y le dijeron muchas cosas. Después ellas  se fueron para Bogotá porque ya se le había acabado las vacaciones se fueron muy felices.

MI VECINA DANIELA
Ella era de rostro cobrizo y manos pequeñas, con uñas ovaladas. Desde niña su único afán era jugar y pensar en comprar y vender. Cuando conoció el dinero ¡como ardía la palma en sus manos, negándose deshacerse de ella!.. La única habilidad que mostró siempre fue convencer a como dé lugar, a fin que compraran cualquier baratija; guardando celosamente sus ahorros en su alcancía “chanchito”.
Un día, apareció con un centenar de cajas “atún compás”, diciendo a sus padres: Esto es el fruto de mis ahorros. A partir de aquel instante se convirtió en distribuidor de productos de pan llevar. Actividad que dedicaba todo el tiempo, olvidándose de comer sus alimentos y aun dormir a sus horas ¡Que le importaba! Una sed abrasadora en poseer más y más dinero, devoraba su alma. Convirtiéndose en un avaro; y como desconfiaba de todo el mundo, su gran tesoro guardaba bajo cuatro llaves.
Pronto le calificaron: ladrón por utilizar balanza adulterada; mentirosa por falsear precios según su conveniencia y usurero inconsciente, por cobrar altos intereses. De esta manera atesoró tanto dinero. Amplió sus negocios, surgiendo cadenas de tiendas en diversas ciudades. Pero también se dio cuenta que su vida corría peligro, y aunque dolía en su alma, tuvo que pagar por su personal de seguridad.
Una mañana de invierno, estando en sus quehaceres. Ingresó al supermercado una niña de aspecto sencillo, y con voz tierna le dijo: ¡Señor! La vida nadie la tiene comprada y es triste morirse, sin arrepentirse de sus pecados ante Cristo Jesús. Él perdonará sus maldades, porque murió por usted en la cruz. Para librarlo de la esclavitud de amar al dinero, y hallar la paz en ella…
“Daniela” como ella era conocido por todos- fuera de si- contestó:
-¡Fuera yo no necesito de nadie. Con mi dinero hago lo que quiero!
Pasado cierto tiempo. Una noche, mientras recontaba los billetes ganados una y otra vez, escuchó una voz audible en su oído: “¡Necio. Esta noche vas a morir!” Pensó tratarse de una ilusión falsa. A media noche, sintió calentar su sangre por todo su cuerpo. Horror y desesperación se apoderó de su ser. ¿Qué hacer? Apenas llamó por el celular a su médico. Cuando otra vez la voz sentenció: “¿Ahora de quién serán tus riquezas? Y por cuanto eres incrédulo. Tu destino te espera”.
-¿Qué destino? Atinó a preguntar el moribundo avaro.
-El infierno, reservado para los irreverentes y rebeldes como tú que se niegan a humillarse ante el omnipotente, creadora de todas las cosas.

ELISA Y DANIELA UN DÍA DE COMPRAS
Érase una vez dos niñas muy amigas llamadas Elisa y Daniela que Vivian en el mismo barrio. Se conocían desde que eran muy pequeñas y compartían siempre todo la una con la otra.
Un día Elisa y Daniela salieron de compras. Elisa  se probó una camiseta y le pidió a su amiga Daniela  su opinión. Daniela, sin dudarlos dos veces, le dijo que no le gustaba cómo le quedaba y le aconsejó buscar otro modelo.
Entonces Elisa   se sintió ofendida y se marchó llorando  de la tienda, dejando allí a su amiga Daniela.
Daniela se quedó muy triste y apenada por la reacción de Elisa  pasaron dos semanas  y aun no entendía su enfado ya que ella sólo le había dicho la verdad y había sido sincera con Elisa.
La mama de Elisa llamada Laura, le pregunto a Elisa hija porque tu amiga  Daniela ya no te visita ni te llama y ella le conto lo que había pasado entre ellas dos y su madre le respondió ver que su amiga sólo había sido sincera con ella y no tenía que molestarse por ello. Daniela reflexionó y se dio cuenta de que su madre Laura  tenía razón y que su amiga Elisa fue sincera y eso se llama ser una verdadera amiga
Al día siguiente Elisa fue corriendo a casa de Daniela a disculparse por lo que haba pasado entre ellas, Elisa toco en la casa de Daniela, Daniela salió a abrir la perta y vio a su amiga Elisa, Daniela le dijo tu qué  haces aquí, y Elisa dijo vengo a disculparme por lo que paso y que esas do semanas sin hablarse fue de lo peor, Daniela acepto las disculpas y las dos fueron felices para siempre.
EL HADA Y ELISA
Érase una vez una  niña llamada Daniela que no sabía qué hacer todo le aburría, le molestaba, se sentía triste, sola. Entonces se le apareció un hada y le preguntó
¿Qué te pasa Daniela? ¿Por qué estás tan triste?
Ella le contestó: – No me siento feliz, a nadie le importo, nadie me toma en cuenta, ni siquiera ven las cosas hermosas que hago por ellos.
El Hada contestó: – Eso es lo que tú crees pero hay alguien que te observa y está feliz por todo lo bello y hermoso que haces, nunca esperes nada a cambio de los demás.
Daniela contesto:– Sí pero no debería ser así porque yo merezco carió, amor  y agradecimiento; me gustaría que la gente me devolviera lo que hago por ellos.
– Mira cada vez que haces algo bueno Dios se alegra y te bendice.
Daniela  se quedó pensativa y luego le dijo al Hada: – Está bien querida amiga, de ahora en adelante mejoraré, no me quejaré, haré todo con más amor para para que mi Dios esté feliz conmigo. Y así paso el tiempo y Daniela  cambió totalmente su forma de ser, fue creciendo y se hizo adulta. Se volvió feliz, hacía grandes obras de calidad, ayuda a los enfermos, a los pobres, a los ciegos, a todo el que ella pudiera, con tanto amor que la gente la adoraba. Ya muy anciana, cansada y agotada por los años falleció rodeada de muchas personas que la adoraban, pero ella se fue llena de felicidad, llevaba una sonrisa en su rostro porque por haber sido tan buena y generosa subió al cielo y esta con los Ángeles en el Paraíso.


Elisa la fotógrafa
Había una vez una niña llamada Elisa que quería ser una fotógrafa. Sus amigos se reían cada vez que le oían decir aquello:
- Qué tontería - decían unos- ¡no hay cámaras de fotos para personas como usted niña pobre!
- Qué pérdida de tiempo -decían los otros- si aquí no hay nada que fotografiar...
Pero Elisa seguía con su ilusión, y poco a poco fue reuniendo trastos y aparatos con los que fabricar una gran cámara de fotos. Tuvo que hacerlo prácticamente todo: desde un botón que se pulsara con la mano, y finalmente la familia la ayudo con la plata para compra una cámara.
Así que una vez comprada la cámara, pudo hacer sus primeras fotos, pero sus compañero se burlaban de la cámara que ella tenía parecería una gran ridícula, y muchos se reían tanto al verle aparecer, Elisa comenzó a pensar en abandonar su sueño. Para más desgracia, parecían tener razón los que decían que no había nada que fotografiar en aquel lugar...
Pero no fue así. Elisa le dijo a la familia y la familia le dijo que no pasaba nada esos malos comentarios le podían servir en el futuro con su cámara por que fue un esfuerzo que hizo la familia, Elisa consiguió divertidísimas e increíbles fotos de todas las personas, siempre alegres y contentos, de esta forma se convirtió en la fotógrafa oficial del país y de todas partes acudía la gente para sacarse una sonriente foto para tenerla de recuerdo de la ciudad.














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