Sueños detrás de un balón
(Parte I)
Había una vez un niño llamado Cristian Arango Nova, vivía en un sector lleno de pobreza, le gustaba mucho jugar al fútbol cuando iba a sus entrenamientos o cuando salía en sus ratos libres, entrenaba en un cancha de tierra ubicada a unas tres o cuatro cuadras de donde estaba su casa, era muy cumplido y entregado al deporte, ya que era lo que más le gustaba hacer, a pesar de no ser de los mejores en el estudio, su madre Sofía Nova lo apoyaba, su padre se llamaba: Guillermo Arango, el pequeño era de los más resaltados en su grupo de entrenamiento, ya que era disciplinado, puntual, constante, positivo y se exigía a él mismo
Un día llegó un grupo de entrenadores al barrio donde entrenaba Cristian, y quedaron perplejos al ver el talento que tenía el niño con tan sólo 9 años de edad, los señores se acercaron al niño y le dijeron que tenía talento y le propusieron que dentro de unos años más volverían y que si mantenía su condición física, lo llevarían para jugar a otro país, Cristian estuvo emocionado toda la mañana por eso, al terminar la charla y el entrenamiento, cogió su mochila y corrió con gran alegría a contarle a sus padres, abrió la puerta y le dijo a su mamá lo que le habían contado, y su madre con alegría lo abrazó y su padre sólo pensaba en los gastos para poder mandarlo hasta otro país, de todas formas eso no iba a parecer un obstáculo para cumplir el sueño de su hijo. Cristian entrenaba y entrañaba fuertemente todos los días
De un momento a otro llegaron llamadas desde el colegio a la mamá de Cristian, informando que el niño se escapaba del colegio hasta 2 horas antes del horario de salida, Sofía le contó a su esposo Guillermo, el cual optó por hablar con Cristian cuando llegara, ya que a pesar de escaparse 2 horas antes, llegaba a casa a la hora común de salir del colegio. Al llegar a casa, su padre lo llamó y le dijo: -Hijo, que estás haciendo? como así que te escapas del colegio?. A lo cual el hijo le respondió:Papá, quiero ser un gran jugador, y para eso debo entrenar y entrenar, no crees?-No hijo, así no es, para cada cosa está su tiempo, tienes tu tiempo prudente para jugar y para estudiar, no quiero que le quites tiempo al estudio, el fútbol es un pasatiempo, el estudio será tu único futuro. El niño sin decir ni una palabra más, se retiró y se fue a su cuarto haciendo caso a lo que le había dicho su padre, y mantuvo esa rutina por un largo tiempo
(Parte ll)
Los años pasaron y Cristian ya tenía 13 años, en esos cuatro años Cristian siguió el consejo de su padre, pero como siempre entregado al fútbol, entrenó y entrenó en una categoría de jóvenes hasta los 14 años y como era de esperarse, seguía con su talento, cada vez mejor, regateando, haciendo voleas, centros, despejes, pases, excelentemente estaba, llegó un momento en el que se le complicaban las cosas en el estudio, las cuales lo llevaron a faltar a unos entrenamientos, estaba totalmente ocupado con talleres, exposiciones, investigaciones y muchas cosas más.
Sus padres estaban asombrados por la entrega que tenía al fútbol y por lo cumplido que era con las labores del colegio, Cristian entregó todos sus trabajos a tiempo y fue reconocido por sus buenas notas y su puntualidad, sus padres estaban orgullosos. Después de toda esa lluvia de trabajos, talleres, exposiciones y demás cosas, el joven Cristian volvió a los entrenamientos y en esos días se les dio la oportunidad de jugar contra un equipo de una ciudad alejada de donde vivían, su padre Guillermo le dio dinero a su hijo para que comprara alguna que otra cosa que le gustara, ya que estaba sacando buenas calificaciones en el colegio. Llegó el esperado día de Cristian, se levantó temprano, alistó su mochila y se despidió de sus padres con un fuerte abrazo y gran alegría en los ojos de su padre, el bus pasó por el joven y al subirse le sonrió a sus padres y se marchó. Guillermo y Sofía quedaron en casa esperando la llegada de su hijo, mientras tanto Cristian estaba feliz disfrutando del viajes, se hospedó en un hotel con el equipo y el entrenador, estaba asombrado con los lujos que tenía el hotel, no había visto tal elegancia en un cuarto, estaba muy feliz, él y su compañero de cuarto llamado Andrés, tomaron cada uno su turno para bañarse y después de eso Cristian pidió un teléfono, quería hablar con sus padres, y lo consiguió. Rápidamente llamó al teléfono de su hogar y habló con su padre quién fue el que contestó al teléfono y le contó lo bien que estaba y lo cómodo que era el hotel, su padre estaba muy feliz de saber que su hijo estaba bien, igual que su madre Sofía, le deseó las buenas noches y se despidió de su hijo con serena tranquilidad, Cristian disfrutó de los servicios que tenía el hotel junto a sus compañeros de entrenamiento y claramente con su entrenador, pero la noche no acababa, el entrenador los llamó y los reunió para cenar, ya que había llamado a un restaurante cercano para que les trajeran comida, ya que estaban agotados por el viaje, mientras llegaba la comida todos muy felices hablaron, se divirtieron e hicieron alguna que otra broma entre ellos, Cristian estaba contento, todo iba mejorando ese día. Llegó la comida, todos cenaron, recogieron todo y se fueron a sus cuartos a dormir, ya que mañana les esperaba un gran día en el cual jugarían su primer partido en un torneo
Sus padres estaban asombrados por la entrega que tenía al fútbol y por lo cumplido que era con las labores del colegio, Cristian entregó todos sus trabajos a tiempo y fue reconocido por sus buenas notas y su puntualidad, sus padres estaban orgullosos. Después de toda esa lluvia de trabajos, talleres, exposiciones y demás cosas, el joven Cristian volvió a los entrenamientos y en esos días se les dio la oportunidad de jugar contra un equipo de una ciudad alejada de donde vivían, su padre Guillermo le dio dinero a su hijo para que comprara alguna que otra cosa que le gustara, ya que estaba sacando buenas calificaciones en el colegio. Llegó el esperado día de Cristian, se levantó temprano, alistó su mochila y se despidió de sus padres con un fuerte abrazo y gran alegría en los ojos de su padre, el bus pasó por el joven y al subirse le sonrió a sus padres y se marchó. Guillermo y Sofía quedaron en casa esperando la llegada de su hijo, mientras tanto Cristian estaba feliz disfrutando del viajes, se hospedó en un hotel con el equipo y el entrenador, estaba asombrado con los lujos que tenía el hotel, no había visto tal elegancia en un cuarto, estaba muy feliz, él y su compañero de cuarto llamado Andrés, tomaron cada uno su turno para bañarse y después de eso Cristian pidió un teléfono, quería hablar con sus padres, y lo consiguió. Rápidamente llamó al teléfono de su hogar y habló con su padre quién fue el que contestó al teléfono y le contó lo bien que estaba y lo cómodo que era el hotel, su padre estaba muy feliz de saber que su hijo estaba bien, igual que su madre Sofía, le deseó las buenas noches y se despidió de su hijo con serena tranquilidad, Cristian disfrutó de los servicios que tenía el hotel junto a sus compañeros de entrenamiento y claramente con su entrenador, pero la noche no acababa, el entrenador los llamó y los reunió para cenar, ya que había llamado a un restaurante cercano para que les trajeran comida, ya que estaban agotados por el viaje, mientras llegaba la comida todos muy felices hablaron, se divirtieron e hicieron alguna que otra broma entre ellos, Cristian estaba contento, todo iba mejorando ese día. Llegó la comida, todos cenaron, recogieron todo y se fueron a sus cuartos a dormir, ya que mañana les esperaba un gran día en el cual jugarían su primer partido en un torneo
(Parte lll)
Pasó la noche y al amanecer Cristian fue el primero en despertar, estaba entusiasmado, pasó al baño, se cepilló los dientes, se bañó, se colocó su unirme, y rápidamente llamó al entrenador con su compañero Andrés. Estaban todos ya listos y reunidos para desayunar, Cristian y Andrés pasaron y se integraron con todos en el comedor, el entrenador estaba hablando con el chofer que los iba a recoger en el bus para ir al estadio, desayunaron y charlaron un rato y salieron a esperar
Al llegar el bus subieron todos rápidamente y se organizaron, en el transcurso del viaje cantaban, se reían, hacían bromas, pero Cristian iba en total silencio y concentrado en el motivo por el cual ese día estaba ahí, quería ganar, ser resaltado como lo venía haciendo dede pequeño, quería llegar a casa para contarle a sus padres que había echo lo que ellos esperaban de él y hasta más!. Estuvo pensando todo el camino, el entrenador al verlo se le acercó y le preguntó: Estás enfocado en ser el mejor y poder ganar este partido y el torneo cierto? y Cristian con seguridad le dijo: Si! quiero ser el orgullo de mis padre, quiero triunfar y tener futuro con el fútbol ya que es aquello que más anhelo, el entrenador sin interrogarlo más, lo abrazó y le respondió: -Lo serás y llegaremos lejos porque para eso vinimos, y Cristian sonrió al igual que su entrenador. Llegaron al estadio, y para Cristian eso era inmensamente grande, nunca había visto un estadio así, el bus se marchó y pasaron todos al estadio para empezar a calentar, pero antes debían ponerse peto, pantalonera y los guayos. Después de haberse cambiado todos de ropa pasaron a entrenar, mientras calentaban llegaron los del equipo contrario a entrenar en la otra mitad del campo, todos se quedaron viendo pues al parecer, sabían jugar, se saludaron los entrenadores mientras veían a sus equipos preparasen, al acabar el tiempo pasaron todos a sus sitios correspondientes para ponerse el uniforme. El estadio estaba casi lleno, habían muchas familias y madres apoyando a sus hijos, se ubicaron todos en el campo, y el árbitro les concedió el saque inicial, pitó para iniciar y Cristian dio el pase y subió rápidamente a su posición, mientras el juego transcurría, se sentía la presión y el ambiente en el estadio, minutos después el equipo contrario marca gol, lo cuál puso desesperado al pobre Cristian, el insistía e insistía, pero en las oportunidades que tenía para marcar, no podía ya que al parecer el arquero era muy bueno, estaban desesperados por empatar y en una jugada el disparo dio al larguero, poniendo emocionante el partido, la gente a pesar de no conocerlos, los apoyaban al ver el gran esfuerzo que estaban haciendo, en especial ese pequeño que tenía en su camiseta el número 7, sí ese mismo, Cristian. Se acabó el primer tiempo y el pequeño ya no sabía que hacer, el entrenador se le acercó y le dijo: Juega a lo que sabes, sé tú mismo en la cancha, este es tu lugar. Cristian pensó en lo que estaba haciendo mal y en lo que le faltaba hacer y tomó agua y de nuevo pasó al campo. En el segundo tiempo ya todo era diferente, tenían mas el balón, y producían mas llegadas de gol, en una jugada le llegó el balón a Cristian y rápidamente recorrió medio campo solo, gambeteando hasta 5 jugadores, hizo un enganche de clase fuera del área, disparó con fuerza y marcó el empate, Cristian no lo podía creer, estaba orgulloso del él mismo, lo celebró con sus compañeros y con el banquillo, con un ambiente mas de tranquilidad pudieron seguir los últimos 10 minutos del partido
Al llegar el bus subieron todos rápidamente y se organizaron, en el transcurso del viaje cantaban, se reían, hacían bromas, pero Cristian iba en total silencio y concentrado en el motivo por el cual ese día estaba ahí, quería ganar, ser resaltado como lo venía haciendo dede pequeño, quería llegar a casa para contarle a sus padres que había echo lo que ellos esperaban de él y hasta más!. Estuvo pensando todo el camino, el entrenador al verlo se le acercó y le preguntó: Estás enfocado en ser el mejor y poder ganar este partido y el torneo cierto? y Cristian con seguridad le dijo: Si! quiero ser el orgullo de mis padre, quiero triunfar y tener futuro con el fútbol ya que es aquello que más anhelo, el entrenador sin interrogarlo más, lo abrazó y le respondió: -Lo serás y llegaremos lejos porque para eso vinimos, y Cristian sonrió al igual que su entrenador. Llegaron al estadio, y para Cristian eso era inmensamente grande, nunca había visto un estadio así, el bus se marchó y pasaron todos al estadio para empezar a calentar, pero antes debían ponerse peto, pantalonera y los guayos. Después de haberse cambiado todos de ropa pasaron a entrenar, mientras calentaban llegaron los del equipo contrario a entrenar en la otra mitad del campo, todos se quedaron viendo pues al parecer, sabían jugar, se saludaron los entrenadores mientras veían a sus equipos preparasen, al acabar el tiempo pasaron todos a sus sitios correspondientes para ponerse el uniforme. El estadio estaba casi lleno, habían muchas familias y madres apoyando a sus hijos, se ubicaron todos en el campo, y el árbitro les concedió el saque inicial, pitó para iniciar y Cristian dio el pase y subió rápidamente a su posición, mientras el juego transcurría, se sentía la presión y el ambiente en el estadio, minutos después el equipo contrario marca gol, lo cuál puso desesperado al pobre Cristian, el insistía e insistía, pero en las oportunidades que tenía para marcar, no podía ya que al parecer el arquero era muy bueno, estaban desesperados por empatar y en una jugada el disparo dio al larguero, poniendo emocionante el partido, la gente a pesar de no conocerlos, los apoyaban al ver el gran esfuerzo que estaban haciendo, en especial ese pequeño que tenía en su camiseta el número 7, sí ese mismo, Cristian. Se acabó el primer tiempo y el pequeño ya no sabía que hacer, el entrenador se le acercó y le dijo: Juega a lo que sabes, sé tú mismo en la cancha, este es tu lugar. Cristian pensó en lo que estaba haciendo mal y en lo que le faltaba hacer y tomó agua y de nuevo pasó al campo. En el segundo tiempo ya todo era diferente, tenían mas el balón, y producían mas llegadas de gol, en una jugada le llegó el balón a Cristian y rápidamente recorrió medio campo solo, gambeteando hasta 5 jugadores, hizo un enganche de clase fuera del área, disparó con fuerza y marcó el empate, Cristian no lo podía creer, estaba orgulloso del él mismo, lo celebró con sus compañeros y con el banquillo, con un ambiente mas de tranquilidad pudieron seguir los últimos 10 minutos del partido
(Parte lV)
Después de ese tiempo de euforia, Cristian estaba muy feliz, pero aún le faltaba algo, si... El gol de la victoria, estaban todos totalmente compenetrados en el juego, cada jugada, cada desplazamiento, en todo, el entrenador estaba asombrado, transcurría el tiempo y cada vez estaba más y más tenso, mas llegadas de ambos equipos, impresionantes atajadas de los arqueros, parecía un final de Champions, el público estaba emocionado, Cristian estaba que se salía con esos regates, pero el arquero siempre le paraba los disparos, el ambiente seguía pesado, el equipo se mantenía constante, pero cada vez se veían mas faltas del equipo contrario, una de ellas fue pitada cerca al área y Andrés, el compañero de cuarto de Cristian, fue el encargado de cobrarlo, se mantuvo un tiempo de tensión pero lastimosamente pasó muy cerca al larguero, ya tan solo faltaban 3 minutos y estaban desesperados por marcar ambos equipos, le llegó un pase a Cristian por el lateral y corrió rápidamente y como siempre, gambeteó los defensas exceptuando a uno que lo esperó dentro del área, al ver que nadie podía detenerlo, el defensa del otro equipo sin pensarlo se lanzó y barrió fuertemente a Cristian tirándolo al piso, el entrenador protestaba por la fuerte entrada al igual que sus compañeros, el árbitro sin dudarlo le sacó tarjeta roja y el ambiente se llenó de tensión en el campo, Cristian estaba tendido en el campo con dolor en su pierna, Andrés se le acercó y le dijo: -Es tú oportunidad, lo que estabas esperando hace tiempo, hazlo y danos la victoria para clasificar, el pequeño se levantó y cogió el balón para ponerlo en el punto de penal, estando todos listo el árbitro pitó para que cobrara y Cristian con desesperación por ganar, disparó tan fuerte que no le dio tiempo al arquero para tirarse, y todo el banquillo de su equipó saltó de alegría y corrieron para celebrarlo todos juntos, Cristian era exageradamente feliz, no podía creer que hubiera marcado 2 goles en ese día. Después del gol sacó el otro equipo para tratar de empatar, pero ya era tarde, el árbitro dio por terminado el partido y el entrenador corrió y abrazó fuertemente a sus jugadores y en especial a Cristian, había conseguido la clasificación de su equipo, el público felicitaba al pequeño del número 7 en su camiseta y el con nobleza solo agradecía, pasaron al vestuario todos saltando y cantando, festejaban ese logro, ya que a pesar de ser de un sector tan pobre, pudieron lograr un triunfo contra un equipo que venía preparándose en un lugar que estaba en mejores condiciones que la cancha de ellos que era prácticamente tierra. Allá mismo se acercó quien le había cometido el penal a Cristian, fue para pedirle disculpas, reconoció el error y también reconoció el talento del pequeño con el balón, Cristian aceptó sus disculpas y siguió celebrando con su equipo hasta la hora de llegar el bus por ellos.
Al legar el bus todos subieron con cara de alegría, se acomodaron en sus puestos y descansaron un poco de regreso al hotel, al llegar todos se bajaron y el entrenador les dijo que pasaran a cenar y después a descansar, ya que al día siguiente les esperaba otro gran día con muchos partidos en el mismo día, y si ganaban podrían pasar a la final. Todos pasaron a cenar y rápidamente se bañaron y pasaron a dormir, mañana se decidía todo
(Parte V)
A la mañana siguiente, el pequeño Cristian se despertó temprano como de costumbre y despertó a Andrés para que se cambiara rápidamente, se bañaron e hicieron lo mismo, salieron y pasaron con el entrenador, decidieron todos ir a desayunar afuera y de paso pasear por la ciudad, salieron todos ordenadamente y fueron a un lugar para desayunar lo que quisieran, el entrenador dijo: -Con lo que lograron ustedes ayer, pueden pedir lo que quieran, se lo merecen, Cristian de todas formas no exageró al pedir, solo fue por un desayuno normal junto a los demás, todos se reunieron en unas mesas para poder desayunar, pero la mente de Cristian seguía con las ganas y los ansias de jugar esa tarde, muchos de sus compañeros se dieron una vuelta y compraron un par de cosas, Julián, uno de los mediocampistas, se compró una camiseta, Carlos, el arquero, se compró un par de guantes, de seguro los utilizaría para jugar esa tarde, Andrés y Cristian no compraron nada, guardaron su dinero, después de pasear, desayunar y dar un paseo por donde estaban, volvieron al hotel para alistar todo e ir al estadio. Después de estar listos, el bus no pasaba y estaban precisos de tiempo, el entrenador recurrió rápidamente a irse todos en un bus público, los muchachos les dio mucha risa al oírlo, pero no había mas opción, así que se paró todo el equipo a esperar el bus, al llegar, al conductor solo le quedaba reírse al ver aproximadamente 14 muchachos subiéndose al bus acompañados de su entrenador, por suerte el bus estaba casi vacío y hubo puesto para todos, mientras el entrenador pagaba, los demás no podían con la risa. Al llegar al estadio, salieron todos con prisa del bus y entraron aún mas rápido al estadio, calentaron, se vistieron, saludaron a los demás y jugaron el primer partido, increíblemente volvieron a ganar con un marcador de 3-1, dos goles de Andrés y uno de Cristian, el gol que les encajaron fue de penalti, después con un 2-0, seguido de un 1-0 y así hasta que llegaron a la final, estaban entusiasmados, el entrenador estaba completamente orgulloso de ellos, de lo que habían logrado hasta el momento y de lo bien que estaban jugando en cada partido, se sentía satisfecho, pero sus muchachos querían ser campeones, mientras se disputaba el partido entre el tercer y cuarto puesto, Cristian y sus compañeros estaban en el vestuario junto a su entrenador, planeando todo, y organizandose para poder dar buen partido.
Llegó el momento y empezó el partido, muy movido e intenso, el público estaba emocionado, el equipo estaba jugando bien, Cristian marcó un golazo desde fuera del área, minutos después los empataron y se fueron así al descanso. Al empezar la segunda parte, Andrés puso el 2-1 en el partido, parecía que iba a quedar así, pero faltando 5 minutos, el equipo contrario puso el empate, todo parecía que se iba a definir en penales, pero..... En una tiro de esquina, Cristian se mete en el área y al centrar el balón, salta y mete un cabezazo que termina poniendo el balón dentro del arco, Cristian con lágrimas de emoción y alegría fue y abrazó a su entrenador, y él le dijo: -Te dije que lo lograríamos, que saldríamos campeones gracias a ti, Se acaba el partido y corrió todo el equipo a abrazar a Cristian, el estadio le aplaudió por su gran esfuerzo y su gran talento, se les hizo la entrega del trofeo y el pequeño estrella tuvo el honor de poder cargarlo por ser el mejor del partido. Terminado todo, volvieron en bus directamente al hotel, al siguiente día debían volver a casa y contarle cada uno a sus padres la buena imagen que dejaron
(Parte VI)
A la mañana siguiente ya todos estaban listos, ya habían pasado a desayunar y tenían sus maletas listas para irsen, estaban como todos los días, esperando el bus, pero esta vez para volver a casa y contarles todo a sus padres, esperaron aproximadamente una hora hasta que llegó el bus, se despidieron de los recepcionista, y se subieron para irsen, al estar todos organizados, arrancó ese viaje medianamente largo hasta casa, Cristian mientras tanto durmió en el camino, mas adelante se detuvieron a comer algo, Cristian se bajó y aprovechó rápidamente para comprar unas papas, después de haber comido todos, siguieron su recorrido, estaban bajo lluvia, el clima estaba frío y nublado, cosa que les produjo sueño a los jugadores, durmieron todo el camino hasta llegar a casa.
Cuando despertaron, ya estaban en la entrada de su mítica cancha de arena, los jóvenes se bajaron y fueron a sus casas para contarles a sus padres como les había ido en el viaje. Cristian corrió rápidamente a casa, cuando llegó tocó fuertemente la puerta y su querida madre le abrió a la puerta
y el pequeño abrazó fuerte a su madre y con alegría le dijo: -Mamá lo logramos! cumplí una de mis metas!. La madre abrazó aún mas fuerte a su hijo, su padre al oír la voz de su hijo, salió y al verlo lo abrazó igualmente, eran los tres felices, Cristian le dijo a sus padres:-Logré eso que anhelaba hace poco tiempo, ahora estoy dispuesto a seguirme exigiendo, y poder tener una carrera como futbolista, y poder seguir con ayuda de esos entrenadores que encontré cuando tan solo tenía 9 años, espero que me apoyen en todo momento, ya que este será mi futuro, como un jugador profesional, debutando en ligas y torneos continentales, yo les responderé por el colegio, pero apoyenme en el fútbol, a lo cual el padre le respondió: -Mientras Dios nos tenga con vida, siempre estaremos ahí para apoyarte, en lo que sea mejor para ti y que seas feliz en eso, queremos ver un buen futuro para ti, y si para eso debes encaminarte por el fútbol, pues tendrás nuestro apoyo, pero si deberás seguir siendo disciplinado en el colegio, estudia que en cualquier caso, pesa menos un lápiz que una pala. Después de oír las palabras de su padre, solo le quedaba recibir las felicitaciones de los dos, les contó lo difícil que fue cada partido, los goles que marcó y lo importante que fue para él haber jugado una final en otra ciudad, el equipo se reunió ese mismo día en la tarde, el entrenador les había dicho que se reunirán en la cancha, al llegar estaban todos en circulo y el entrenador en medio, Cristian se sentó y escuchó lo que el entrenador tenía por decirles, el entrenador con alegría les dijo: -"Muchachos! nuevamente quiero felicitarlos y agradecerles por esta experiencia que pudimos vivir, todo gracias a ustedes, a su entrega, esfuerzo, dedicación, disciplina, sin nada de eso no hubiéramos podido conseguir ser campeones, quiero que no descuiden este deporte, que lo sigan practicando y vayan mejorando día a día, en un futuro podrán vivir de esto como futbolistas profesionales, haciendo esto que tanto aman, los felicito, sinceramente son los mejores, y Cristian se llevará el trofeo porque sin él, las cosas hubieran sido diferentes, Felicidades Campeón...," Cristian no se lo creía, solo le quedaba por decir gracias, se despidió y se fue feliz con su trofeo a casa, ya que para cuando vuelva, vendrá aún mejor
(Parte Vll)
Luego del pasar del tiempo, prácticamente tres años...
Cristian más conocido ahora por su apellido (Arango) seguía con sus deberes académicos y deportivos, ya tenía 16 años, ya era una adolescente, de los mejores en su salón tanto para el estudio, como para el deporte. Un día Cristian estaba entrenando, ya con la categoría de muchachos hasta los 18 años, era destacado por su rapidez, agilidad, táctica y regate, y eso le gustaba al entrenador, que desde hace tiempo venía apoyándolo, estaba entrenando y debutó un partido en un pequeño torneo que se había organizado hace un mes, el equipo de Arango estaba en la final, contra un equipo de un barrio considerablemente cerca, y fue uno de los mejores, marcando tres goles, terminando el partido con un emocionante resultado de 3 a 2, Arango, quien portaba el 11 en su camiseta, salió a festejarlo con su equipo, aparte del trofeo, el premio era dinero en efectivo, celebraron, se reunieron y dividieron el dinero, al ser noche, todos se fueron para sus respectivas casas
Al llegar, el joven recibió una llamada de un hombre que le dijo que lo vió jugar y que le gustaría llevarlo a jugar a Argentina para jugar en las inferiores de River Plate, en el monumental, Arango pidió que lo llamara en unos minutos para poder comentarle a sus padres. Al colgar fué y con entusiasmo les contó y los padres como siempre, lo apoyaron, con nostalgia de saber que su hijo se iría de la casa a un lugar y dijeron que cuadrara las cosas para ver que tocaba hacer, efectivamente volvió a llamar el ojeador para preguntarle que decidiría hacer y Arango le respondió que si, que estaría dispuesto a jugar en Argentina, el ojeador concordó con que debería viajar con él y unos integrantes mas del equipo a Bogotá para que desde ahí prendieran rumbo hacia Argentina, y agregó que no se preocupara por gastos económicos, que solo debería llevar para cosas adicionales como comida por aparte, ropa, entre otras cosas, támbien que sería recogido en la mañana a las 7:30 a su casa. Acordaron todo y Arango alistó ropa para a la mañana siguiente irse temprano a para Bogotá
Se acostó y a la mañana siguiente se levantó, tomó un café que le hizo su madre, su padre le dijo que tuviera cuidado, que fuera obediente, disciplinado y aplicado, que demostrara que fué bien educado e inculcado por buenos modales y muchos valores, Arango le prometió a su padre que sería muy disciplinado, que no habrían inconvenientes, que todo saldría bien, su padre lo abrazó y con los ojos cristalinos le dijo: Te voy a extrañar hijo... A lo cuál su hijo no contuvo las lágrimas y le dijo: Y yo a ti mi viejo. Llegó la hora y estaba despidiéndose de sus padres y llegó el carro a recogerlo para ir al aeropuerto. El hombre que lo había visto jugar la noche anterior, se bajó del carro y se presentó a los padres del joven y les dijo: Su hijo tiene potencial, fisico, táctica, y mucho talento, es lo que buscamos. El padre vió a su hijo y sonrió, no le quedaba nada mas que despedirse y desearle suerte, nuevamente se despidió el joven y se subió al carro rumbo al aeropuerto, mientras iban rumbo al aeropuerto, le preguntaron a Arango: -Desde cuando juegas? A lo cual el respondió: Desde los nueve años, viene siendo entregado a la parte deportiva, y tambien les contó sobre el torneo que ganó en otra ciudad, y tambien como habia llegado a quedar campeones de nuevo en ese pequeño torneo reciente, a los miembros les gustó toda la historia del joven y lo tenían en planes para debutar en la mayor de River y por qué no? ganar un título con el equipo, Arango estaba muy entusiasmado, soñaba con poder a poner a vibrar un estadio entero con un gol, pero primero debía mejorar y dedicarse a crecer con las inferiores hasta llegar a ser muy conocido por su talento.
Llegaron al aeropuerto y pasaron los boletos del avión, fueron a desayunar, el joven Arango seguía sin creer que lo que le estaba pasando era enserio, muy feliz y entusiasmado se comió un sándiwch con un jugo y pasaron a la sala de espera mientras llegaba el avión. Mientras Arango jugaba en su celular llegó el avión y cogieron sus maletas y abordaron, les esperaba un largo viaje y su primera vez al viajar en avión.
(Parte Vlll)
Ya en el avión, acomodaron el equipaje y se acomodaron en sus puestos, Cristian estaba con una sonrisa de oreja a oreja, el avión despegó y solo le quedaba ver a las nubes y disfrutar de esas vistas, tambien pudo jugar futbol, pero en la mini-consola que traía el avión, los señores con los que viajaba, se divertían al verlo jugar, hasta que se cansó y durmió por el resto del viaje. Al llegar a Bogotá, se equiparon sus abrigos y salieron, con su equipaje, Arango estaba muy feliz, le encantó la capital y quería quedarse, pero debían centrarse en su destino.... Argentina, esperaron el otro avión que llegaba aproximadamente a las 12:00 PM, mientras Arango llamó a sus padres para avisarles que ya había llegado y que estaba bien, que ya solo faltaba esperar el avión para ir a Argentina, terminó de hablar con ellos e inmediatamente llegó el avión y continuamente se subieron, acomodaron el equipaje, se acomodaron en sus lugares y emprendieron ese largo viaje.
Arango habló con los que venía sobre el fútbol, de cómo se iba a adaptar? cómo es el clima, los entrenamientos, donde se iba a quedar, con quién y muchas cosas más, estaba con ganas de llegar y conocer gente nueva, nueva cultura, nueva comida, nuevo ambiente, y por su puesto un nuevo lugar, mientras hablaban los demás, Arango escuchaba música o leía algún libro, al cansarse de eso, evidentemente durmió un rato, al despertar, estaban dando comida, recibió el almuerzo, estaba hambriento, terminó todo, fue al baño y encontró otros chicos que venían en el avión y los saludó y habló con ellos para tener algo que hacer, conoció a Miguel, Carlos, Andrés y Sofía, con los cuales la pasó bien ese corto tiempo, ya que después no se volverían a encontrar. Cristian volvió a su asiento y durmió otro corto tiempo hasta llegar a Buenos Aires. Al aterrizar, el joven agarró su equipaje y se bajó con los demás integrantes o miembros del club. Al salir del aeropuerto, cogieron un taxi y se fueron hacia el hotel, para que él pudiera descansar, ya que al día siguiente sería presentado al club, lo hospedaron a un hotel muy bonito que se encontraba muy cerca del estadio, el joven les agradeció por el buen viaje y buen trato y atención que estaba recibiendo, los miembros se fueron y el ojeador le dijo que estuviera listo a las 8:00 AM, que vendrían por el para presentarlo, al irsen, el joven se fue a su cuarto y cerró la puerta, se bañó, se cambió, bajó ´para recibir la cena que daba el hotel, y subió de nuevo para hablar con sus padres por teléfono.
Les llamó por celular y rápidamente contestó su padre diciendo:-Hola hijo, cómo estás? -Bien padre y tú? cómo está mi madre? -Bien hijo, estamos muy bien, como te fué en el viaje? -Muy bien padre, todo de lujo, muy agotado pero todo está en perfecto orden, me dejaron en un hotel, mañana pasan a recogerme en la mañana para presentarme al equipo y al cuerpo técnico -Me alegra hijo que estés bien que te sientas cómodo y mas que todo, que estés feliz -Gracias padre, todo sea por salir adelante y no defraudarlos. A lo cual el padre le respondió con voz calmada: -No nos defraudarás, si pasa algo, serán dificultades, dificultades a las cuales levantarás la cara y seguirás adelante, porque eres nuestro campeón -Gracias padre, sé que siempre estarán apoyándome, gracias por eso, los amo, descansaré saludos a mi madre -Buena noche hijo, también te amamos. Cristian colgó y se acostó, mañana es el día esperado.
(Parte VlV)
A la mañana siguiente el joven se despertó a las 7:00 AM, estaba muy entusiasmado por conocer a su nuevo equipo entonces rápidamente se bañó, se cepilló los dientes, se colocó su ropa deportiva y bajó a desayunar y de paso a esperar que lo recogieran. Ya siendo las 8:00, llegó una furgoneta a recogerlo, el miró para saber quién era, y venía el ojeador conduciendo solo, él se subió y amistosamente lo saludó: -Hola joven Arango -Hola, por cierto... No sé su nombre -Ah! claro claro, mi nombre es Alex, mucho gusto -Ah, hola Alex, vamos ya directo al estadio? -Pues al estadio no, vamos a la concentración del equipo que queda al lado del estadio, a presentarte con los jugadores, preparadores y el técnico, para que socialices con ellos -Está bien, *respondió Arango*.Así que se dirigieron rumbo a la concentración.
Al llegar, se bajaron y entraron a la concentración y la cara del joven hablaba por sí sola "-Que hermoso" dijo con cara de asombro, no se lo creía, estaba en la concentración de River Plate, al entrar se encontró con los jugadores, quienes lo saludaron muy respetuosamente, siguiendo por el lugar, entró a la oficina donde se encontraban los dirigentes (entre ellos, el técnico) y el técnico lo saludó: Hola, joven mi nombre el Gustavo Grossi, me hablaron de ti, de como vos jugabas, y me mandaron hasta videos, no dudé en pedirte; el joven halagado sonrió y respondió: -Gracias señor Gustavo, mi nombre es Cristian Arango Nova, tengo 16 años, y espero hacer grandes cosas aquí -Me gusta tu entusiasmo, todos esperamos los mismo. Hablaron sobre el club y la llegada de Arango un tiempo hasta que le entregaron el contrato y dijo el negociador que se encontraba en la oficina: -Toma, para que oficialmente seas nuestro jugador *Cristian lo leyó bien y acordó con ellos, puso su firma ahí y llenaron con algunos de sus datos principales, también le hicieron entrega de la camisa oficial del equipo con su 11 y el apellido Arango en ella, le hicieron foto con el técnico y su nuevo jugador luciendo la camiseta. Terminada la presentación dijo el entrenador: bueno, estamos listos, vamos al campo, y se marcharon todos los jugadores con su nuevo 11 entre ellos, todos rápidamente corriendo y tomando el pelo mientras iban para el estadio Monumental. Al llegar, habló el técnico y pasó al frente de todos a Arango y dijo en voz alta: Él es Cristian Arango, es nuevo jugador, sé que nos hará ganar muchas cosas en este equipo, y entre todos saldremos victoriosos en cada partido, así que todos fueron a recibirlo entre abrazos, menos un jugador, que al parecer no le caía bien Arango, al parecer por la llegada de él, posiblemente le toque de suplente y eso no le gustaba para nada, con un saludo seco le dijo: Ojalá valgas la pena. Los demás lo miraron y quedaron neutros y uno se le acercó y le dijo: No le pongas atención, David solo es un molesto, y pues no acepta que mejores jugadores con el, Arango lo vio y acentuó con la cabeza y se apartó para entrenar con todos. Empezaron con trote, pique, salto, agilidad, habilidad, de todo y a Cristian le gustaba eso, que sean exigentes y no parar, el técnico estaba sorprendido del físico que tenía, no paraba el ritmo, era constante a la hora de entrenar, se podía decir que tenía mejor físico que algunos jugadores que llevaban ya semanas integrados al equipo. En un momento se encontró de frente con David y le propinó un empujón que lo lanzó al suelo y todos pararon y quedaron mirando a Arango y a David, estaban a punto de coger a David pero intervino Arango diciendo: -No lo miren a él, fui yo que me tropecé, todos quedaron viendo y no les quedaba nada mas que creerle y pues Rivera (uno de los jugadores) se le acercó a levantarlo y le dijo: -No temas de decir la verdad, fue David? y Arango respondió nuevamente: -No fui yo solo, me tropecé, Rivera no estaba seguro, así que lo apartó y siguieron todos con el entrenamiento y Arango lejos de David
Al terminar el entrenamiento todos se reunieron para comer y de paso para dirigirse a sus casas, Rivera se le acercó a Arango y le dijo: Cuál es tu nombre? y él le respondió: Cristian, Cristian Arango y tú? Leonardo Rivera, mucho gusto, donde te estás quedando? -En un hotel muy cerca de aquí, Belgrano creo que se llama, y le dijo Leonardo -Ah! cierto yo también me hospedo ahí, creo que mi habitación está al lado de la tuya, y también unos cuantos se están quedando en ese hotel, cuando quieras podemos jugar en mi consola por la noche que salgamos de entrenas -Está bien, respondió Arango. Cenaron y todos se fueron a sus casas y Leonardo y Cristian cogieron un taxi y se fueron al hotel, estaba tarde así que solo podían llegar a bañarse, y dormir, se despidieron y pasaron a sus cuartos, mañana sería otro día de entrenamiento.
(Parte X)
Al día siguiente, Cristian se despertó por un llamada de su madre, contestó rápidamente y dijo su madre: Hola hijo, buenos días, como has estado? -Hola madre, muy bien ayer fue un buen día, me presentaron, firmé contrato, me hicieron la entrega del uniforme y entrené con el equipo (se guardó lo de los roces con David, no quería quitar la calma a su madre tan temprano) la madre le respondió -Me alegra mucho hijo, cuídate, tu padre salió a trabajar, pero te manda saludos y que te cuides mucho, a lo cual Cristian respondió: -Mandale a saludos de mi parte y que siempre me cuido -Bueno hijo, me alegra que estés bien y feliz, te dejo, debes estar ocupado, te cuidas mucho, te amo -Gracias madre, si un poco ocupado, te amo muchísimo, me cambiaré para irme a entrenar -Bueno hijo adiós -Adiós madre. Cristian pasó rápidamente a bañarse y cambiarse para ir al entrenamiento con David, al abrir la puerta para bajar, ya estaba David ahí en la puerta esperándolo, Cristian se rió y dijo: Que haces aquí? pues esperándote, vamos rápido que ya falta poco y bajaron rápido a coger un taxi, pero antes comieron un buen desayuno, terminaron y se marcharon
Al llegar al estadio, saludaron y le dijo el entrenador: Vaya vaya Arango, al parecer ya conociste a Leonardo, a lo cual respondió -Si mister, es buena gente -Me alegra que te integres, poco a poco hablaras con todos -Eso espero mister. Pasaron a calentar, hoy iban a jugar un partido entre ellos, Arango estaba normal cuando de repente vio que David estaba en frente y lo golpeó hombro a hombro, y Arango se quedó viéndolo con rabia, nadie se dio cuenta, y así fue el entrenamiento, todo bien, pero cada vez que se encontraba con David, eran roces tras roces, Arango trataba de no darle importancia pero ya le estaba teniendo como rabia. Llegó el momento de armar equipos para jugar, y al repartirlos le tocó con Leonardo en su equipo de delanteros, y David en el otro, así que ya se veía como iban a ser las cosas, Arango fué conociendo a los demás, portero, defensas y medio campistas, y un delantero llamado Julio, que los iba a acompañar a él y a Leonardo en la delantera. Empezó el partido y Cristian sabía que debía jugar bien y dar buena imagen, ya que la titularidad estaba en juego, y debía sorprender a su técnico. Minutos pasados del partido, Cristian esta jugando de lujo, pero por un descuido de los defensores les anotaron gol, y el técnico les dijo: ¡Pendientes en el juego, no descuiden el balón, que por esos errores es que llegan las derrotas, mas les vale que no vuelvan a cometer eso, siguieron con el partido y en una jugada oportuna le quedó el balón a Julio, rápido le cedió el pase a Leonardo y el gritó: ARANGO VA PARA VOS!, y Arango rápido se posesionó y recibió el pase que venía por el aire, la detuvo de pecho, corrió y se encontró cara a cara con David, que lo estaba esperando, pero Arango sin miedo hizo un par de amagues y lo dejó atrás con un caño dejándolo estático y humillado frente al resto, pero ahí no acababa, iba rápidamente y dejó atrás al resto y al llegar al área el portero salió y le hizo una vaselina, culminando con un gol impecable, corrió contento a celebrarlo con Leonardo y el resto de su equipo, el mister se le acercó y le dijo: Cuando me dijeron que eras bueno, no exageraban, muy bien, eso es lo que necesito, Arango muy contento siguió con el partido, el cuál terminó 1-1, siendo Arango prácticamente el mejor del partido, al terminar el mister lo reunió y los sentó para felicitarlo y hablarles sobre una pequeños errores y dio un tiempo para decir que Arango lo sorprendió con su forma de jugar, que posiblemente iba a ser titular con Julio y Leonardo, eso no le gustó para nada a David, y miró fijo a Arango con rabia, y él lo notó, y le devolvió la mirada. El técnico les dijo que se presentaran a las 2:00 en la concentración, ya que iba a haber partido del torneo contra Boca Jr
Al terminar todo tomaron la orden del mister y Arango se fue con Leonardo en un taxi para el hotel. llegaron, se bañaron, se cambiaron y Arango pasó al cuarto de Leonardo para jugar en la consola al fútbol, la pasaron muy bien, se rieron, comieron hasta que se cansaron y ya eran las 11:00 de la noche, Arango se despidió y pasó a su cuarto para poder dormir, y le mandó un mensaje a su madre que decía: Hola madre y padre, hoy fue un gran día, jugué y anote, el técnico me dijo que era muy bueno y que posiblemente iba a ser titular, estoy muy contento, mis éxitos se los dedico a ustedes que me han sacado adelante, los amo. Terminó el mensaje y se durmió, mañana debutaría su primer partido
(Parte VlV)
A la mañana siguiente el joven se despertó a las 7:00 AM, estaba muy entusiasmado por conocer a su nuevo equipo entonces rápidamente se bañó, se cepilló los dientes, se colocó su ropa deportiva y bajó a desayunar y de paso a esperar que lo recogieran. Ya siendo las 8:00, llegó una furgoneta a recogerlo, el miró para saber quién era, y venía el ojeador conduciendo solo, él se subió y amistosamente lo saludó: -Hola joven Arango -Hola, por cierto... No sé su nombre -Ah! claro claro, mi nombre es Alex, mucho gusto -Ah, hola Alex, vamos ya directo al estadio? -Pues al estadio no, vamos a la concentración del equipo que queda al lado del estadio, a presentarte con los jugadores, preparadores y el técnico, para que socialices con ellos -Está bien, *respondió Arango*.Así que se dirigieron rumbo a la concentración.
Al llegar, se bajaron y entraron a la concentración y la cara del joven hablaba por sí sola "-Que hermoso" dijo con cara de asombro, no se lo creía, estaba en la concentración de River Plate, al entrar se encontró con los jugadores, quienes lo saludaron muy respetuosamente, siguiendo por el lugar, entró a la oficina donde se encontraban los dirigentes (entre ellos, el técnico) y el técnico lo saludó: Hola, joven mi nombre el Gustavo Grossi, me hablaron de ti, de como vos jugabas, y me mandaron hasta videos, no dudé en pedirte; el joven halagado sonrió y respondió: -Gracias señor Gustavo, mi nombre es Cristian Arango Nova, tengo 16 años, y espero hacer grandes cosas aquí -Me gusta tu entusiasmo, todos esperamos los mismo. Hablaron sobre el club y la llegada de Arango un tiempo hasta que le entregaron el contrato y dijo el negociador que se encontraba en la oficina: -Toma, para que oficialmente seas nuestro jugador *Cristian lo leyó bien y acordó con ellos, puso su firma ahí y llenaron con algunos de sus datos principales, también le hicieron entrega de la camisa oficial del equipo con su 11 y el apellido Arango en ella, le hicieron foto con el técnico y su nuevo jugador luciendo la camiseta. Terminada la presentación dijo el entrenador: bueno, estamos listos, vamos al campo, y se marcharon todos los jugadores con su nuevo 11 entre ellos, todos rápidamente corriendo y tomando el pelo mientras iban para el estadio Monumental. Al llegar, habló el técnico y pasó al frente de todos a Arango y dijo en voz alta: Él es Cristian Arango, es nuevo jugador, sé que nos hará ganar muchas cosas en este equipo, y entre todos saldremos victoriosos en cada partido, así que todos fueron a recibirlo entre abrazos, menos un jugador, que al parecer no le caía bien Arango, al parecer por la llegada de él, posiblemente le toque de suplente y eso no le gustaba para nada, con un saludo seco le dijo: Ojalá valgas la pena. Los demás lo miraron y quedaron neutros y uno se le acercó y le dijo: No le pongas atención, David solo es un molesto, y pues no acepta que mejores jugadores con el, Arango lo vio y acentuó con la cabeza y se apartó para entrenar con todos. Empezaron con trote, pique, salto, agilidad, habilidad, de todo y a Cristian le gustaba eso, que sean exigentes y no parar, el técnico estaba sorprendido del físico que tenía, no paraba el ritmo, era constante a la hora de entrenar, se podía decir que tenía mejor físico que algunos jugadores que llevaban ya semanas integrados al equipo. En un momento se encontró de frente con David y le propinó un empujón que lo lanzó al suelo y todos pararon y quedaron mirando a Arango y a David, estaban a punto de coger a David pero intervino Arango diciendo: -No lo miren a él, fui yo que me tropecé, todos quedaron viendo y no les quedaba nada mas que creerle y pues Rivera (uno de los jugadores) se le acercó a levantarlo y le dijo: -No temas de decir la verdad, fue David? y Arango respondió nuevamente: -No fui yo solo, me tropecé, Rivera no estaba seguro, así que lo apartó y siguieron todos con el entrenamiento y Arango lejos de David
Al terminar el entrenamiento todos se reunieron para comer y de paso para dirigirse a sus casas, Rivera se le acercó a Arango y le dijo: Cuál es tu nombre? y él le respondió: Cristian, Cristian Arango y tú? Leonardo Rivera, mucho gusto, donde te estás quedando? -En un hotel muy cerca de aquí, Belgrano creo que se llama, y le dijo Leonardo -Ah! cierto yo también me hospedo ahí, creo que mi habitación está al lado de la tuya, y también unos cuantos se están quedando en ese hotel, cuando quieras podemos jugar en mi consola por la noche que salgamos de entrenas -Está bien, respondió Arango. Cenaron y todos se fueron a sus casas y Leonardo y Cristian cogieron un taxi y se fueron al hotel, estaba tarde así que solo podían llegar a bañarse, y dormir, se despidieron y pasaron a sus cuartos, mañana sería otro día de entrenamiento.
(Parte X)
Al día siguiente, Cristian se despertó por un llamada de su madre, contestó rápidamente y dijo su madre: Hola hijo, buenos días, como has estado? -Hola madre, muy bien ayer fue un buen día, me presentaron, firmé contrato, me hicieron la entrega del uniforme y entrené con el equipo (se guardó lo de los roces con David, no quería quitar la calma a su madre tan temprano) la madre le respondió -Me alegra mucho hijo, cuídate, tu padre salió a trabajar, pero te manda saludos y que te cuides mucho, a lo cual Cristian respondió: -Mandale a saludos de mi parte y que siempre me cuido -Bueno hijo, me alegra que estés bien y feliz, te dejo, debes estar ocupado, te cuidas mucho, te amo -Gracias madre, si un poco ocupado, te amo muchísimo, me cambiaré para irme a entrenar -Bueno hijo adiós -Adiós madre. Cristian pasó rápidamente a bañarse y cambiarse para ir al entrenamiento con David, al abrir la puerta para bajar, ya estaba David ahí en la puerta esperándolo, Cristian se rió y dijo: Que haces aquí? pues esperándote, vamos rápido que ya falta poco y bajaron rápido a coger un taxi, pero antes comieron un buen desayuno, terminaron y se marcharon
Al llegar al estadio, saludaron y le dijo el entrenador: Vaya vaya Arango, al parecer ya conociste a Leonardo, a lo cual respondió -Si mister, es buena gente -Me alegra que te integres, poco a poco hablaras con todos -Eso espero mister. Pasaron a calentar, hoy iban a jugar un partido entre ellos, Arango estaba normal cuando de repente vio que David estaba en frente y lo golpeó hombro a hombro, y Arango se quedó viéndolo con rabia, nadie se dio cuenta, y así fue el entrenamiento, todo bien, pero cada vez que se encontraba con David, eran roces tras roces, Arango trataba de no darle importancia pero ya le estaba teniendo como rabia. Llegó el momento de armar equipos para jugar, y al repartirlos le tocó con Leonardo en su equipo de delanteros, y David en el otro, así que ya se veía como iban a ser las cosas, Arango fué conociendo a los demás, portero, defensas y medio campistas, y un delantero llamado Julio, que los iba a acompañar a él y a Leonardo en la delantera. Empezó el partido y Cristian sabía que debía jugar bien y dar buena imagen, ya que la titularidad estaba en juego, y debía sorprender a su técnico. Minutos pasados del partido, Cristian esta jugando de lujo, pero por un descuido de los defensores les anotaron gol, y el técnico les dijo: ¡Pendientes en el juego, no descuiden el balón, que por esos errores es que llegan las derrotas, mas les vale que no vuelvan a cometer eso, siguieron con el partido y en una jugada oportuna le quedó el balón a Julio, rápido le cedió el pase a Leonardo y el gritó: ARANGO VA PARA VOS!, y Arango rápido se posesionó y recibió el pase que venía por el aire, la detuvo de pecho, corrió y se encontró cara a cara con David, que lo estaba esperando, pero Arango sin miedo hizo un par de amagues y lo dejó atrás con un caño dejándolo estático y humillado frente al resto, pero ahí no acababa, iba rápidamente y dejó atrás al resto y al llegar al área el portero salió y le hizo una vaselina, culminando con un gol impecable, corrió contento a celebrarlo con Leonardo y el resto de su equipo, el mister se le acercó y le dijo: Cuando me dijeron que eras bueno, no exageraban, muy bien, eso es lo que necesito, Arango muy contento siguió con el partido, el cuál terminó 1-1, siendo Arango prácticamente el mejor del partido, al terminar el mister lo reunió y los sentó para felicitarlo y hablarles sobre una pequeños errores y dio un tiempo para decir que Arango lo sorprendió con su forma de jugar, que posiblemente iba a ser titular con Julio y Leonardo, eso no le gustó para nada a David, y miró fijo a Arango con rabia, y él lo notó, y le devolvió la mirada. El técnico les dijo que se presentaran a las 2:00 en la concentración, ya que iba a haber partido del torneo contra Boca Jr
Al terminar todo tomaron la orden del mister y Arango se fue con Leonardo en un taxi para el hotel. llegaron, se bañaron, se cambiaron y Arango pasó al cuarto de Leonardo para jugar en la consola al fútbol, la pasaron muy bien, se rieron, comieron hasta que se cansaron y ya eran las 11:00 de la noche, Arango se despidió y pasó a su cuarto para poder dormir, y le mandó un mensaje a su madre que decía: Hola madre y padre, hoy fue un gran día, jugué y anote, el técnico me dijo que era muy bueno y que posiblemente iba a ser titular, estoy muy contento, mis éxitos se los dedico a ustedes que me han sacado adelante, los amo. Terminó el mensaje y se durmió, mañana debutaría su primer partido
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