EL PASADO EN SANGRE
II
Me levanté de mi cama demasiado confundida, luego recordé todo por lo que había pasado. Me sentí algo mareada así que decidí ir a pedirle algo de comida a Adriana y su madre y Teresa, ellas son muy buenas conmigo. Desayune como Dios manda y me encamine por las calles de mi destronada y pequeña ciudad.
La ciudad estaba todavía ajetreada, con policías y médicos sacando cuerpos y sobreviviente de cuanto escombro encontraban. Pensé en cómo estarían de arruinadas las zonas costeras y en las miles de familias que ahora estarían sufriendo por la pérdida de sus seres queridos.
Cerca de mi barrio me encontré con mi destruido colegio. Cualquier niño desearía que el colegio fuese destruido por una bomba atómica, un meteorito misterioso, un terremoto junto a un tsunami o al menos un paro de profesores,pero cuando lo vives en primera persona deseas el jamás haber dicho eso, NUNCA.
Me senté en una banca que quedaba en frente de mi arruinado colegio y empecé a recordar cuando llegué por primera vez, ya hace un año que entre en este país por locuras de mi mamá... y lo más divertido es que era la mejor decisión que que había tomado en años. A mi hermano y a mi nos pusieron en el mismo salón, no sabían que nosotros juntos éramos dos diablos en carne propia. Al entrar nos presentaron a todo el salón y nos sentamos en los puestos del fondo. Todo era tranquilo ya que no queríamos causar mala impresión (no por ahora) yo estaba en la esquina y Mat en frente de mí, íbamos unos temas más adelantados en nuestra antigua escuela, así que prestar atención no era exactamente lo que hacíamos en el salón.
Seguí caminando alrededor de la escuela hasta que decidí entrar a lo que quedaba de ella. Los pasillos ya no estaban y quedaban solo algunas paredes con mensajes que alentaban a el buen comportamiento en las aulas de clases, no al embarazo a temprana edad, responsabilidad con el estudio, cosas por ese estilo. Al pasar por ahí me acorde de como nos volábamos de clases Marco, Juan, Karly, David, Mat y yo. Eso y fue dos meses después de llegar y acomodarnos, como ya lo había dicho, éramos un desastre, buenos estudiantes, pero desastres. No del tipo que insulta a los profesores o se la pasas peleando o molestando a estudiantes, eramos mas de los indisciplinados del salón, los payasos o algo por el estilo. No dejábamos dictar clases, y vivíamos fuera de salón, pero cuando nos preguntaban cómo íbamos en materias, primeros puestos, mejores calificaciones, notas perfectas, etc. Corríamos como locos por todos lados gritando y molestando a los otros profesores para luego llegar a las aulas de los menores o transición. Nos sentábamos cerca de los niños y empezamos a jugar con ellos, no me llevaba mal con las profesoras de estos grados, nos querían bastante y le colaboramos con los niños cuando eran muy insoportables. luego de eso salimos a descanso y volvíamos a entrar a clases hasta que nos aburrimos y volvíamos a salirnos.
Caminé por el patio y luego la cancha donde soliamos hacer educación física, jugar baloncesto y cosas por el estilo, Mat y yo era muy bueno con el baloncesto, solo que el lo practicaba más, yo prefería tocar el piano y cantar, eso era más tranquilizante que correr por una cancha quitándole un balón a otra persona para luego meterlo en una cesta y empezar todo de nuevo.
Cuando me di cuenta estaba sentada en la mitad de la cancha recordando todos los partidos jugados con mis amigos. Me acosté y mire al cielo como las nubes formaban figuras, tal como lo hacíamos ante de toda esta tragedia.
De pronto sentí como todo empezó a temblar y las paredes se derrumban poco a poco. Salí corriendo del lugar con miedo a que me cayera algo encima, por en medio de unas palmeras había un camino que usaba para salir de colegio en secreto que daba a con las calles de mi ciudad. me metí rápido, entre la pared con miedo a que algo me tapara la salida, pero nada lo hizo y salí de una vez. En la calle busque un lugar despejado donde fuera seguro.
En la calle me encontré a mi hermano preocupado y gritando mi nombre por todos lados, se veía que había corrido por todos lados, sus mejillas estaban rojas como cuando jugaba en el equipo de baloncesto y tenía una cara de angustia que se notaba a kilómetros.
-HERMANO, AQUÍ-
Grité entre la multitud mientras saltaba para que me viera, las desventajas de ser bajita.
Al verme empezó a correr hasta que llegó en frente de mi esquivando a un montón de personas.
-Dios, donde estabas Su, me tenias demasiado preocupada!-
-Lo siento brother, estaba en el insti cuando todo empezó a temblar y me tocó salir por el camino secreto, enserio lo siento-
- Nunca te me vuelvas a perder si?! mamá me mataría si te pasa algo, en serio-
Seguí caminando alrededor de la escuela hasta que decidí entrar a lo que quedaba de ella. Los pasillos ya no estaban y quedaban solo algunas paredes con mensajes que alentaban a el buen comportamiento en las aulas de clases, no al embarazo a temprana edad, responsabilidad con el estudio, cosas por ese estilo. Al pasar por ahí me acorde de como nos volábamos de clases Marco, Juan, Karly, David, Mat y yo. Eso y fue dos meses después de llegar y acomodarnos, como ya lo había dicho, éramos un desastre, buenos estudiantes, pero desastres. No del tipo que insulta a los profesores o se la pasas peleando o molestando a estudiantes, eramos mas de los indisciplinados del salón, los payasos o algo por el estilo. No dejábamos dictar clases, y vivíamos fuera de salón, pero cuando nos preguntaban cómo íbamos en materias, primeros puestos, mejores calificaciones, notas perfectas, etc. Corríamos como locos por todos lados gritando y molestando a los otros profesores para luego llegar a las aulas de los menores o transición. Nos sentábamos cerca de los niños y empezamos a jugar con ellos, no me llevaba mal con las profesoras de estos grados, nos querían bastante y le colaboramos con los niños cuando eran muy insoportables. luego de eso salimos a descanso y volvíamos a entrar a clases hasta que nos aburrimos y volvíamos a salirnos.
Caminé por el patio y luego la cancha donde soliamos hacer educación física, jugar baloncesto y cosas por el estilo, Mat y yo era muy bueno con el baloncesto, solo que el lo practicaba más, yo prefería tocar el piano y cantar, eso era más tranquilizante que correr por una cancha quitándole un balón a otra persona para luego meterlo en una cesta y empezar todo de nuevo.
Cuando me di cuenta estaba sentada en la mitad de la cancha recordando todos los partidos jugados con mis amigos. Me acosté y mire al cielo como las nubes formaban figuras, tal como lo hacíamos ante de toda esta tragedia.
De pronto sentí como todo empezó a temblar y las paredes se derrumban poco a poco. Salí corriendo del lugar con miedo a que me cayera algo encima, por en medio de unas palmeras había un camino que usaba para salir de colegio en secreto que daba a con las calles de mi ciudad. me metí rápido, entre la pared con miedo a que algo me tapara la salida, pero nada lo hizo y salí de una vez. En la calle busque un lugar despejado donde fuera seguro.
En la calle me encontré a mi hermano preocupado y gritando mi nombre por todos lados, se veía que había corrido por todos lados, sus mejillas estaban rojas como cuando jugaba en el equipo de baloncesto y tenía una cara de angustia que se notaba a kilómetros.
-HERMANO, AQUÍ-
Grité entre la multitud mientras saltaba para que me viera, las desventajas de ser bajita.
Al verme empezó a correr hasta que llegó en frente de mi esquivando a un montón de personas.
-Dios, donde estabas Su, me tenias demasiado preocupada!-
-Lo siento brother, estaba en el insti cuando todo empezó a temblar y me tocó salir por el camino secreto, enserio lo siento-
- Nunca te me vuelvas a perder si?! mamá me mataría si te pasa algo, en serio-
-Ya ya, nunca lo volveré a hacer, lo prometo-
-Lo digo de verdad, esfuérzate en prometerlo!-
- Lo prometo, no te pongas nervioso-
-MAT!-
A lo lejos se escuchó la voz de un chico que no conocía, era más alto que nosotros y parecía también un año mayor y vena junto a Adriana y otra chica más, todos corriendo hacia nosotros.
-GOMEZ, ADRIANA, MAJO AQUÍ-
Los chicos llegaron y me saludaron.
-Mi madre los estaba buscando, donde te metiste Susana-
-Tranqui Adri, ya estoy aquí, no te preocupes-
-Cómo puedes actuar tan tranquila en una situación así?!-
-La verdad es que no lo se...
-Bueno-
El chico alto habló, tenía una voz algo gruesa, pero no parecía nada intimidante.
-Debemos volver con la señora Teresa, posiblemente esta que no puede mas del miedo-
-Okey Gómez, y por cierto, ella es mi hermana menor por unos segundos. Su el es Gomez, lo conocí hoy, va n el mismo grado que adriana-
-Un gusto chica, ahora vamos-
al llegar a el barrio que nos habíamos tomado tenia demasiada hambre, no había comido nada así que lo que nos dieron me lo comí de un bocado.
-Lo digo de verdad, esfuérzate en prometerlo!-
- Lo prometo, no te pongas nervioso-
-MAT!-
A lo lejos se escuchó la voz de un chico que no conocía, era más alto que nosotros y parecía también un año mayor y vena junto a Adriana y otra chica más, todos corriendo hacia nosotros.
-GOMEZ, ADRIANA, MAJO AQUÍ-
Los chicos llegaron y me saludaron.
-Mi madre los estaba buscando, donde te metiste Susana-
-Tranqui Adri, ya estoy aquí, no te preocupes-
-Cómo puedes actuar tan tranquila en una situación así?!-
-La verdad es que no lo se...
-Bueno-
El chico alto habló, tenía una voz algo gruesa, pero no parecía nada intimidante.
-Debemos volver con la señora Teresa, posiblemente esta que no puede mas del miedo-
-Okey Gómez, y por cierto, ella es mi hermana menor por unos segundos. Su el es Gomez, lo conocí hoy, va n el mismo grado que adriana-
-Un gusto chica, ahora vamos-
al llegar a el barrio que nos habíamos tomado tenia demasiada hambre, no había comido nada así que lo que nos dieron me lo comí de un bocado.
Al llegar la hora de dormir me acosté cerca de mi hermano y le dije "me cae bien ese chico, cuidalo" luego y luego me acosté a dormir, el se quedo en shock y luego se acostó para dormirse.
Cuento creado por: Maria Fernanda Rueda Prada 8-1 2017
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