cuentos maravillosos

egnna liliana domingues moreno.                                     8-2 

    HAY ALGUIEN QUE SI SE ENTIENDE…

Erase una vez Un hombre que estaba fuera de un centro comercial, sosteniendo una jaula con varios perritos. Un niño le pregunto si estaba en venta.

El hombre le dijo que cada cachorrito costaba una gran suma de dinero. El chiquillo saco de su bolsillo cinco moneditas y pregunto si alcazaba para llevarse uno. El hombre rió y le dijo que por supuesto que no, pero lo dejaría cargar y acariciar al que quisiera. Sin dudarlo, el pequeño señalo un perrito acurrucado en unos de los rincones de las jaulas. Señor, quiero comprar este cachorrito, el que tiene la patitas lastimada. Si usted acepta, le daré esta cinco monedas ahora y le pagare cada semana otra cinco hasta que termine de pagarle el precio total. El hombre miro al cachorro y dijo al niño: no te conviene comprar un perro con la pata lastimada.  Te servirá para jugar, no podrá correr ni brincar, como un perro sano. No entiendes lo que significaría comprar un animal así. El niño se levantó el pantalón y le mostró el soporte de metal que sostenía su pierna. yo si entiendo lo que significa no poder correr, brincar y jugar como los demás. Por eso quiero comprarle este perrito.

Jesús vino a esta tierra y vio todo lo que vives tú. Experimento la alegría de vivir con los amigos; sintió cansancio, dolor, hambre, sed, tristeza, necesidad de cariño y comprensión, tal y como tu ahora. Por eso te comprende como aquel niño que entendía el cachorrito, Jesús entiende cómo te sientes y un día pago por ti el precio justo para poder consentirte cuando lo necesites.

TAN GRANDES Y CON MIEDO…

Durante años escuche que los elefantes tenían miedo de los ratones. pero ahora se a demostrado que no les tiene miedo, si no que les llama la atención y los olfateas con la trompa. Cuando leí esta información estuve a punto de decir:<<¿quién se atrevió a hacerles tan mala fama?>>, peor en el siguiente párrafo me entere que su fortaleza y tamaño no les impide sentir miedo teme a un animalito aún más pequeños que a un ratón : las abejas. Les basta escuchar su zumbido para seguir ullendo sin control es porque les pica en la trompa y les causa olores horribles.